Actualmente, se trata de uno de los pocos cafés sobrevivientes que se
encuentran en la capital española. Situado en el madrileño Paseo de
Recoletos, se encuentra en frente de la estación de ferrocarril de Recoletos
y de la Biblioteca Nacional de España.
Fue fundado en mayo de 1888 por un
asturiano afincado en la capital. El café empezó a ganar fama después de sus modestos
inicios a finales del siglo XIX, tras la Guerra civil española. La aportación de la denominada gente ilustrada fue clave en ella. La elección de este por parte de intelectuales y artistas de la época como sitio predilecto en el que poder acudir de tertulia durante la época de
Franco y la transición, catapultó el reconocimiento del establecimiento hasta la cima.
Actualmente, en el local, cada año se entrega el premio literario
que lleva su nombre. Además, sujeto a ciertas inestabilidades en los últimos años,
su futuro se presenta como incierto.
su futuro se presenta como incierto.
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